Discípulos del Camino

Hechos 9, 3-9 “Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie. Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió”

I. Preguntas para el estudio bíblico inductivo.

1.1 ¿Qué sabemos acerca de la ciudad de Damasco?

1.2 A los primeros creyentes en Cristo todavía no se los llamaba "cristianos" sino "los del Camino" Que el grupo saque sus propias conclusiones.

Respuesta

1.1 Damasco significa "lugar bien irrigado". Ciudad de Siria al pie del monte Quasiyun, en el extremo de una fértil llanura regada por el río Barada. Era un nudo de comunicaciones con Egipto, Arabia y Mesopotamia. 
     El rey David conquistó esta ciudad y puso guarniciones. El profeta Elías recibió de Dios en encargo de dirigirse a Damasco para ungir a Hazael por rey de Siria (1 Reyes 19:15) 
     El profeta Eliseo llegó a Damasco:
"Eliseo se fue luego a Damasco, y Ben-adad rey de Siria estaba enfermo, al cual dieron aviso, diciendo: El varón de Dios ha venido aquí"(2 Reyes 8:7)   
     Esta ciudad estuvo bajo el domino de los Asirios, los caldeos, los persas, los macedonios, los nabateos de Petra y en el año 64 antes de Jesucristo la tomó el general romano Metelo. Damasco tuvo una floreciente colonia judía. (Saulo se dirigía allí porque había muchas sinagogas)

     Los árabes se apoderaron de Damasco en el año 635 D.de C. Actualmente es la capital de la República de Siria. 
     De acuerdo a la tradición islámica, Jesucristo bajará en Damasco para combatir al Anticristo y presidir el juicio final. Sobre la puerta meridional de la mezquita más importante puede leerse todavía una inscripción griega:
"Tu reino,¡Oh, Cristo! es eterno y tu dominio durará por todas las generaciones".

1.2 Una de las respuestas puede ser porque Jesucristo dijo "yo soy el camino", sus seguidores se llamaban "los del Camino"

Otra, porque antiguamente se denominaba "camino" no solo un lugar para transitar, sino un estilo de vida y de conducta. Por ejemplo: se hablaba de "caminos malos" y de "caminos buenos". Un camino malo es vivir robando, engañando, adulterando y quebrantando otras leyes de Dios Y un camino bueno es, por el contrario, vivir haciendo el bien, defendiendo la justicia, hablando verdad, comportándose con honestidad y temor del Señor. Los "del Camino" eran los que seguían las enseñanzas de Jesucristo comportándose de una manera diferente a otros judíos y al resto de la población.

La tercera alternativa podría apuntar a su manera de predicar el evangelio: Siempre estaban en las calles hablando del Reino de Dios, como lo hacía Jesucristo, quien recorría todas las ciudades y las aldeas predicando, enseñando y sanando. Se los podía encontrar en todas partes, por eso eran "los del Camino".

Hechos 9:3-9 "Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie. Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió"

     Una cuarta posibilidad del por qué se le puso el nombre de "Camino" es porque ellos eran "transitables" Un medio para conocer a Jesucristo y a Dios. Hay caminos que son intransitables, que nadie pasa por ellos, porque son gente difícil, hiriente, ofensiva. 
     Pero los discípulos del Señor eran viables, accesibles, dispuestos, amables con todos.

    Una posibilidad más remota es que se llamaban así porque tenían "un camino de crecimiento". Enseñaban a dar pasos de fe para avanzar en la vida cristiana. Se llamaban Camino porque hacían avanzar y prosperar a la gente que recibía el Espíritu de Jesucristo.

2.1. Existen tres relatos de la conversión de Saulo de Tarso:

(1) El relato de Lucas: Hechos 9,3-9.

(2) Lo que cuenta el mismo Pablo ante la multitud que lo quería matar en Jerusalén: Hechos 22,4-11

(3) La defensa de Pablo ante el rey Agripa: Hechos 26,12-18.

Cada relato tiene nuevos detalles que cada uno debe descubrir y aplicar cuando tenga que dar su testimonio personal de cómo se convirtió al Señor.

Respuesta:

         Dentro de los relatos encontramos tres diferencias:

Diferencias en el relato de su odio a los creyentes.

(1) "Saulo, respirando amenazas y muerte contra los discípulos del Señor"

(2) "Perseguía yo este Camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en cárceles a hombres y mujeres"

(3) "Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret; lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto. Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras."

Diferencias en el relato de su caída cerca de la ciudad de Damasco.

(1) "Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra oyó una voz que decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?"

(2) "Pero aconteció que yendo yo, al llegar cerca de Damasco, como a mediodía, de repente me rodeó mucha luz del cielo; y caí al suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

(3) "cuando al mediodía, oh rey, yendo por el camino, ví una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón."

Diferencias en el diálogo con Jesús y su llegada a Damasco.

(1) "Él le dijo: "¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie. Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió."

(2) "Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret. a quien tú persigues. Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo. Y dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate, y ve a Damasco, allí se te dirá todo lo que está ordenado que hagas. Y como yo no veía a causa de la gloria de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, llegué a Damasco."

(3) "Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor me dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quien ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mi, perdón de pecados y herencia entre los santificados."

II. Aplicación práctica.

1. Cuando contamos nuestro testimonio personal de conversión a Jesucristo, debemos adaptarlo tanto a las personas como a las circunstancias. 

No es igual contarlo a un niño que a una persona adulta que tiene su vida destruida por el pecado. 

Cuando intentemos comunicarnos con un niño debemos obviar y eliminar muchos detalles de nuestro pasado que su mente infantil no puede entender ni recibir, y que con un adulto, por el contrario, necesitamos ampliar para identificarnos con su problema para infundirle confianza en el poder de Dios que puede transformar su vida. 

Los tres relatos de la conversión de Saulo de Tarso nos enseñan a contar nuestra propia conversión con fidelidad pero con variantes para adaptarlo a las personas.

2. Dos o tres miembros del grupo pueden contar su testimonio de conversión de manera muy breve, adoptándolo al tiempo disponible y al grupo. 

Hay personas que echan a perder su testimonio porque lo hacen demasiado largo, con un exceso de detalles innecesarios que no aportan nada al relato. 

Por eso, debemos aprender del apóstol Pablo a expresar lo que vivimos de una manera directa, breve y eficaz.

3. Los que tienen más facilidad para escribir, pueden ejercitarse durante esta semana redactando en media página su vida anterior, cómo escucharon el evangelio y se convirtieron y cómo Cristo a cambiado sus vidas. (¡Todo esto en media página!)

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