11 Los recursos en la catequesis

No es ninguna novedad decir qué importantes son los recursos en la catequesis. Estos instrumentos resultan ser muy eficaces cuando se trata de comunicar el Evangelio. Aunque nada puede reemplazar la comunicación viva de la catequesis y el contacto personal que comunica la experiencia propia de la fe.

Aunque hay que tener presente la pedagogía de Dios en el quehacer catequístico y aunque se haya optado por una determinada metodología, por muy válida que sea, el empleo de medios didácticos o uso de instrumentos de trabajo son muy útiles y aún necesarios para la educación de la fe en el terreno de la catequesis. (DECAT, Líneas comunes de orientación para la catequesis en América Latina, n° 155.)

No obstante esta consideración, muy a menudo estos medios de trabajo y comunicación pierden su sentido o bien quedan guardados en el cajón de los recuerdos por considerarlos perimidos o anticuados. Cuando hablamos de recurso, estamos señalando un medio o un instrumento que nos permite alcanzar determinado objetivo.

Cuando planificamos nuestra catequesis, nos preguntamos:

• qué vamos a anunciar (contenidos),
• para qué lo vamos a hacer (objetivos - metas - expectativas de logro),
• cómo presentaremos el mensaje (metodología),
• con qué medios (los recursos a utilizar),
• quiénes son los destinatarios (grupo de catequizandos),
• cuándo (cronograma), y
• dónde (lugar - ambiente).

Con los recursos delineamos las actividades que realizarán los catequizandos en el abordaje de los contenidos propuestos a fin de alcanzar los objetivos o expectativas prefijadas.

El verdadero sentido del uso de recursos o instrumentos se encuentra en el servicio que estos mismos prestan a la catequesis.

Se trata de facilitadores de la comunicación ya que motivan, captan la atención, crean un ambiente de escucha, animan el diálogo y propenden al análisis y la interpretación. También, movilizan al grupo a adoptar una postura de cambio y compromiso que buscamos en cada encuentro.

Los sí y los no de los recursos en la catequesis

Son necesarios en la catequesis cuando:
• Están subordinados al mensaje, verdadero centro de la catequesis.
• Facilitan la transmisión de la Palabra de Dios.
• Generan canales de comunicación entre los integrantes del grupo.
• Permiten crear un ambiente de calidez y encuentro.
• Posibilitan la exteriorización de la experiencia vital, h profundización de la Palabra y acompañan las actividades de expresión de la fe.

Obstaculizan la marcha de la catequesis cuando:
• Se transforman en el centro de la catequesis.
• El mensaje está subordinado a su uso.
• Se utilizan insistentemente hasta agotar su eficacia.
• Se "llena" el encuentro con multiplicidad de medios.
• Se eligen según modas, descartándose medios valiosos
por considerarlos anticuados.
• No se ha discernido su uso según la realidad del grupo
de catequizandos.
• Dispersan la atención en lugar de captarla.Algunos recursos muy útiles en la catequesis son:

Música y canto - Cuentos y Parábolas - Juegos  - Películas y programas de TV
Programas de radio - Audiovisuales - Periódicos y Revistas - Confección de afiches
Diario - mural - Representaciones - Escenificaciones - Títeres - Dinámicas de grupo
Fotolenguaje - Dibujo y Pintura

Esta lista está, seguramente, incompleta. Existen múltiples formas de comunicar el Evangelio. Una buena planificaciónde catequesis se da cuando se apela a la creatividad, se buscan nuevos medios, se los analiza críticamente y se combinan recursos siemprecon la mirada puesta en el mensaje, verdadero centro de interésy al que tenemos que responder con fidelidad.

Las narraciones

Allá lejos y hace tiempo

Hasta donde nos es permitido imaginar, el primer cuento de toda la historia de la humanidad debió haber sido narrado en alguna oscura caverna. Hombres, mujeres y niños estaban sentados alrededor del fuego oyendo el crepitar de los leños en el tremendo silencio de la noche. Todos prestaron atención cuando la voz del anciano comenzó a contar una historia. No sabían si era verídica o no, pero algo los hacía pensar que esa historia era más que una simple anécdota: les parecía que encerraba algún significado oculto, que hablaba de uno y de todos los hombres a la vez, de esa y de todas las épocas... y así se sentían menos solos en la inmensa negrura de la noche.

Podemos imaginarnos la voz del anciano cautivando la atención de sus oyentes con el tono justo, con los ritmos y los tiempos precisos, eligiendo cuidadosamente las palabras, procurando que ni un solo episodio de su relato se encontrara fuera de lugar, que la resolución de la historia no se demorara ni se anticipara.

Al hablar de cuento, hablamos de una narración breve en la que intervienen una galería, también breve, de personajes que toman parte en una sola acción central. Tradicionalmente transmitidos en forma oral, luego por escrito, expresan un argumento sencillo, comprensible y, en algunos casos, su final suele ser de impacto, buscando dejar una impronta en el destinatario. La narración predomina sobre el monólogo o el diálogo, y el rol de narrador es introducir al oyente en el tema que quiere comunicar.

Otros tipos de narraciones, son:

• La leyenda: un relato folklórico en el que intervienen hombres y mujeres con rasgos de héroes.
• La fábula: narración en la que los protagonistas son animales que asumen características humanas. Su finalidad es dejar una enseñanza.

En la catequesis, las narraciones tienen un lugar destacado.
En primer lugar porque, seguramente, hemos recibido la fe de nuestros padres a partir de narraciones que nos abrieron al encuentro con Jesús. Relatos que, desde la infancia, nos acompañaron en el conocimiento de las cosas de Dios.

La Biblia es narración de una experiencia de Dios que, durante siglos, fue compartida desde el relato oral.Así lo atestigua el libro del Deuteronomio:

Escucha, Israel: el Señor. nuestro Dios, es el único Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. Incúlcalas a tus hijos, y háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte. Átalas a tu mano como un signo, y que estén como una marca sobre tu frente. Escríbelas en las puertas de tu casa y en sus postes (Dt 6, 4-9).

El "Shema Israel" es una invitación a compartir un relato. Con el paso del tiempo, las mismas necesidades de comunicación, exigieron ponerlo por escrito.

El mismo estilo educador de Jesús está caracterizado por la importancia de las narraciones: las parábolas (comparaciones) surgen como un recurso original en el Maestro que las propone
como medios para adentrarse en el conocimiento del Reino de Dios.

Las historias narradas (o leídas), hablemos ya de cuentos, parábolas, leyendas o fábulas, permiten crear un ambiente de expectativa y escucha. Al narrar un cuento, se crea una atmósfera única que invita a la reflexión y al diálogo, pero también al compromiso y la acción.

En la catequesis, las narraciones pueden incluirse en cualquier momento del encuentro:
• como punto de partida, para hacer surgir la situación de vida,
• en la Iluminación, para acompañar la profundización con la Palabra de Dios,
• y en respuesta a fin de motivar el compromiso de fe del catequizando. Lo importante en la utilización de este recurso es que siempre esté puesto al servicio del mensaje, que se transforme en medio para acercarnos a la Palabra de Jesús.

Otro ejemplo es la historieta que es el medio narrativo que combina el uso de la palabra subordinada a la imagen.También se la define como un arte secuencial (que lo distingue del dibujo) al presentar una serie de imágenes (acompañadas o no de texto) que mantienen una secuencia lógica.

Pero el objetivo de la historieta, en el marco del trabajo educativo o catequístico, puede variar ya que la secuencia gráfica, como también el humor gráfico, pueden generar:
• Apertura al diálogo. • Promoción del debate. • Invitación al análisis crítico.

La ventaja de la historieta como recurso didáctico es que presenta secuencias (reales o imaginarias) o instantáneas de la realidad -en el caso del humor gráfico- a partir de las cuáles
se permite hacer lectura crítica, trabajo de interpreta-ción y abstracción, comparaciones, extrapolaciones, etc.

Algunos ejemplos

Esta viñeta nos presenta una instantánea de la realidad: crítica de las formas de comunicación actuales. Esta puede servir de herramienta para introducir a la problemática de la comunicación:
• ¿Cuáles son los diversos modos de comunicación?
• ¿Qué ventajas proporcionan los medios de comunicación actuales?
• ¿Qué influencia tienen estos medios en las formas de comunicación mencionadas en primer término?
• La historieta es una manifestación crítica de usos y costumbres. Personalmente, ¿qué formas, estilos o prácticas deberíamos cambiar? ¿Cómo usar correctamente los medios de comunicación?

Otro ejemplo: Gaturro y la felicidad.

• ¿Por qué el dibujante compara a la felicidad con un camino?
• Hoy, ¿cuáles son tus mayores opciones? ¿Por qué valores estás optando?
• ¿Sobre qué bases eliges, día a día, qué hacer? ¿Qué orientación buscas dar a tu vida?
• Cuándo no sabes qué rumbo tomar, ¿qué haces? ¿A quién recurres?
• ¿Qué es la felicidad? ¿Cómo hallarla? ¿Dónde?

El Fotolenguaje

El concepto de percepción indica que se trata de "la captación de todos los estímulos actuantes en un momento dado".
Cuando percibimos, se ponen en marcha ciertos mecanismos que condicionan esa percepción ya que la captación de los estímulos dependerá de muchos factores: la historia personal, la sensibilidad, los valores sostenidos por la persona, etc.

Es dificil hablar de una percepción puramente objetiva.
Los estímulos se presentan ante nosotros y la percepción estará determinada por gustos y preferencias; y, a la vez, esos estímulos generan asociaciones con recuerdos y hechos del pasado. Pongamos como ejemplo un breve pasaje de El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry:
Dijo el zorro al Principito: "Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente, me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil.
Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste.¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también,
será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo".

Si consideramos un campo de trigo, como lo indica el Zorro, para muchos, esa imagen podrá ser irrelevante; o recordar el trabajo del hombre o cuánto nos gusta el pan. Pero en el caso del Zorro,
percibir esa imagen evoca el recuerdo de su amigo.

La percepción es mucho más que un proceso de conocimiento, es una acción que nos conecta con recuerdos, sentimientos y principios.Algunos psicólogos, al estudiar este fenómeno, definieron lo que se dio por llamar determinantes de la percepción:

1) estructurales: nos permiten la captación de las características morfológicas del objeto;
2) motivacionales: relacionados con nuestro estado de ánimo, nuestra situación peculiar.

Estas consideraciones hacen del fotolenguaje un excelente recurso, especialmente apto para despertar la situación inicial. "La foto detiene el tiempo y cierra un espacio histórico de modo definitivo. De allí su valor testimonial como memoria de algo acaecido y vivido" (Hna. Beatriz Casiello) ¿Qué estilo de fotografías o imágenes es conveniente utilizar?.

"Se trata de fotos simbólicas, que interpelan, que nos invitan a detenernos, a contemplarlas y frente a las cuales se movilizan nuestra imaginación y nuestros sentimientos."
Es posible preparar colecciones de fotografías sobre diversos temas aptos para su uso en un encuentro de catequesis.

Estas son algunas recomendaciones sugeridas por otro catequista, Juan Carlos Pisano:

Es preciso uniformar las fotografías a utilizar, pegándolas en una hoja del mismo tamaño para dar la sensación de una colección. No se recomienda mezclar fotografías con dibujos, o blanco y negro con color. Esto puede determinar la percepción inclinando la misma hacia los estímulos más fuertes perdiendo la relación de conjunto.

Por ejemplo, en cierta ocasión, utilicé una docena de pinturas sobre Jesús a las cuales anexé cuatro fotografías tomadas de películas sobre el Señor (Jesús de Nazaret y La Pasión de Cristo). En la elección realizada por los participantes, prevalecieron las fotografías y la justificación de cada elección se debió al "realismo" de las mismas. Allí culminó el diálogo. El recurso no tuvo eficacia. Tampoco es conveniente que la imagen tenga algún título o leyenda, ya que también determinará el tema y la reflexión. Con paciencia, el catequista podrá ir armando colecciones de fotografías que le permitan aprovechar la eficacia de este sencillo recurso. Pudiendo utilizar una o varias fotografías, lo importante es que el catequista permita el diálogo del grupo.

¿Cómo utilizar el recurso?
• Escribir o comentar porqué se ha elegido la imagen.
• Mencionar qué recuerdos o asociaciones surgieron al contemplar la imagen.
• Narrar una historia real o ficticia en torno a lo percibido.

Por ejemplo: a un grupo de jóvenes que iniciaban su último año en la escuela secundaria se les presentó esta imagen junto con la siguiente consigna: "Anota palabras y/o frases que se puedan asociar a la imagen y relaciónala con tu presente."

Las palabras que surgieron fueron "dudas", "oscuridad", "temor", "incertidumbre", "luz", "futuro", "proyección", entre otras.
A partir de esas palabras y, como referencia constante a la imagen, se puso el grupo en situación de diálogo respecto de su futuro próximo. La síntesis de lo expresado por el catequista, fue la siguiente:
       "Es el tiempo de culminar una etapa. Hay que cruzar una frontera.
A veces el horizonte no se ve nítidamente, sin embargo, hay que dar el paso. Solo se puede dar el paso decisivo cuando uno tiene en claro hacia dónde. Es decir, cuando uno ha pensado y asumido el proyecto que quiere para su vida".

La música y el canto

Uno de los recursos más valiosos usados en la educación en la fe es, sin lugar a dudas, la música. Desde el punto de vista metodológico, la música y el canto proporcionan a la catequesis:
• Crear un ambiente de unidad. La música convoca, une en un mismo canto a las personas y posibilita la creación de un ambiente indispensable para la catequesis.
• El canto es un importante medio para la comunicación de mensajes.
• Capta la atención, movilizan, incentivan al grupo.
• Es un vehículo importante para la memorización.
• Abre al hombre al diálogo con Dios cuando el canto se transforma en oración.

¿Qué canciones usar en la catequesis? Una forma de clasificar las canciones propicias para el uso catequístico, puede ser:

1. Litúrgicas: además del uso en cuanto a la educación en la vida litúrgica, estas canciones brindan la posibilidad de abordar distintos temas, como por ejemplo: la Eucaristía.
     Un ejemplo de canción: Jesucristo danos de este pan. "Jesucristo, danos..." expresa con claridad el misterio de la Eucaristía. En sus estrofas, manifiesta los cinco aspectos fundamentales de la misa: Memorial, Sacrificio, Banquete, Anuncio de la Segunda venida e Impulso misionero. Estamos frente a una excelente síntesis de la catequesis sobre la Eucaristía.

En este grupo, se puede destacar el trabajo de recopilación, composición y producción del Grupo Pueblo de Dios (fundado por el padre Osvaldo Catena); además la obra desarrollada en Chile por Cristóbal Fones.

2. Bíblicas / Catequísticas: muchos autores se han ocupado en musicalizar textos bíblicos con una inocultable finalidad catequística. Estas canciones son de mucha utilidad para profundizar la Palabra de Dios, como por ejemplo:

Autor: Padre Néstor Gallego. De la obra, siempre vigente, del padre Néstor Gallego, editadas por Signo producciones:
1) Viajeros de la esperanza. Canciones del Antiguo Testamento.
2) Bienaventurados. Canciones del Nuevo Testamento.
3) Diez milagros de Jesús.
4) Diez parábolas de Jesús.

La Biblia en canciones para chicos, de Daniel Poli.

Las canciones de Valivan, programa emitido por EWTN.

Cataeko, la obra de Ariel Glaser, editada por San Pablo.

3. De oración y alabanza: obras pensadas exclusivamente para acompañar la oración personal y comunitaria, son de inestimable ayuda a la labor catequística. Vale la pena destacar aquí la gran obra de la Hermana Glenda y el aporte de Athenas Vénica.

4. De estilo evangelizador: compuestas por autores cristianos, intentan ser un vehículo de evangelización y comunicar el mensaje del Reino explícita e implícitamente. Por ejemplo, Héroe anónimo (Luis Alfredo interpretado por Daniel Poli) En esta canción se presenta un fuerte testimonio de vida cristiana. La figura del héroe no es la de un superhombre que todo lo puede. Es la de uno más, entre tantos, que aprendieron a dar la vida por los demás. No publicita sus actos, su ejemplo se erige en el silencio...

En este grupo se incluye el trabajo de numerosos artistas cristianos: Daniel Poli, Martín Valverde, Carlos Seoane, Luis Enrique Ascoy, Kyrios Emmanuel, Eduardo Meana, entre tantos.

5. Del cancionero popular: es muy importante rescatar de las distintas expresiones musicales, canciones que por su contenido se convierten en una buena y eficaz herramienta didáctica.

Estas canciones pueden ser portadoras de valores que pueden resaltarse y de situaciones que permitan el diálogo, el debate, la interpretación o el análisis.

6. Instrumentales: ideal para acompañar la marcha del trabajo en aquellas actividades que no requieran una honda concentración.
Lo mismo para crear un ambiente de oración que propicie el encuentro personal con el Señor.

¿Cómo usar una canción en el encuentro de catequesis?
Como ambientación: una canción permite crear un clima festivo, de acogida, indispensable para todo encuentro catequístico. Es preciso señalar un límite a fin de que el grupo no se quede "enganchado" y se transforme el encuentro en un "fogón".
• Como punto de partida: nos servirá para hacer surgir la situación de vida dialogando sobre el contenido de la canción a fin de instalar el tema en el grupo.
Para profundizar la Palabra: nunca una canción, por más fiel que sea al texto bíblico puede reemplazar la proclamación de la Palabra, pero bien puede acompañarla, ayudando al grupo a profundizar en el mensaje.
• Como expresión de la fe: se puede trabajar sobre el contenido vinculando la canción a otro recurso (afiche, mural, dramatización, etc.) que posibilite expresar la fe y, por ende, procurar una respuesta a la Palabra escuchada.
Para orar: un momento de oración, ya sea al comenzar o al finalizar el encuentro, puede verse plenificado con un canto. No necesariamente debemos interpretar una canción de índole religiosa o catequística, bien pueden utilizarse en este momento temas del cancionero popular que pueden transformarse en bellas oraciones de alabanza o acción de gracias.

Durante el desarrollo del encuentro: hay momentos en la catequesis en los cuales una música de fondo (necesariamente instrumental) permite generar un clima distendido, apto para el diálogo, la reflexión, el análisis. Siempre debe estar en segundo plano para no distraer
la atención del grupo.

Conclusión

El catequista es un hombre/mujer de Dios dispuesto a compartir una experiencia que le transformó la vida y el corazón.

En el servicio a la Iglesia, surgen interrogantes que movilizan al catequista en la búsqueda de respuestas sólidas que acompañen su misión.

¿Cómo llegar mejor a los catequizandos?

¿Cómo presentar la Buena Noticia de Jesús a los hombres de nuestro tiempo?

La catequesis es un acto de confianza y lo es porque el catequista sabe, fehacientemente, que el único que educa es Jesús.

El catequista es un instrumento al servicio del Reino.

Por eso, las palabras de Jesús a orillas del Tiberíades han de ser, para todo servidor de la Palabra, orientación y y consuelo.
"Muchachos, ¿tienen algo para comer? Ellos respondieron: No. Jesús les dijo: Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán".

Así es: "tiren la red y encontrarán". La catequesis es un acto de fe: basta que el catequista, servidor alegre y sencillo, decida con valentía y convicción tirar la red al mar - como el sembrador tira la semilla al surco-, aguardando con toda su esperanza que la red se colme de peces... ¿Y después? Lo que que viene le toca al Señor...

Somos simples servidores (Lc 17,10) siguiendo los pasos del Maestro itinerante.

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